Salud en casa y espacios saludables

Con la llegada de la era digital y la pandemia provocada por el virus SARS-Cov 2 (Causante de COVID-19) en el 2020, se ha realizado una migración progresiva de puestos de trabajo situados en oficinas a los hogares de cada persona, con el fin de evitar el riesgo provocado por la infección de este virus y aunque la lucha por regresar de nuevo a estos espacios de interacción social continúa, existen muchos quienes prefieren trabajar de forma remota desde la comodidad del hogar y han optado por adoptar esta nueva realidad como una mejor alternativa al uso de oficinas (Markhman A., 2021). Sin embargo, aunque el hogar representa un espacio mucho más ameno y agradable; así como seguro, es necesario tener en cuenta cómo hacer de la nueva oficina casera, un espacio saludable que promueva una salud física y mental constante.

Un ambiente agradable

Lo primero a tener en cuenta, es determinar si la estructura en la que se realiza la labor genera un estándar de confort y seguridad, comenzando por el tipo de silla adecuado, la postura que se debe seguir y los factores ambientales que predisponen y promueven un ambiente saludable. Sin embargo, más allá de las recomendaciones comunes que se hacen, existen diferentes factores propios del ambiente en el que se encuentra un ser vivo que pueden influir de forma física o psicológica en el individuo, con consecuencias positivas o negativas. Ellis & Bjorklund (2012) nos lo expresan en una forma más concreta:

Los diversos informes empíricos muestran cómo las diferencias individuales en los genes, el estrés ambiental, la predictibilidad ambiental y la reactividad fisiológica pueden influir de manera predecible (es decir, predecible a partir de la teoría evolutiva) comportamientos importantes de niños, adolescentes y adultos emergentes, desde la agresión hasta la autorregulación, actividad sexual e historia de vida.

Cómo ya se expresó anteriormente, el medio ambiente es un factor determinante de la calidad de vida de las personas. Por lo cual en esta sección se abordará el tema de ambientes de trabajo caseros, con impactos positivos en la salud física y mental.

Además de tener en cuenta aquellos factores que nos resultan agradables y beneficiosos también es importante tener un control de aquellos espacios que generan un ambiente seguro, es decir, hacer un simple recorrido por el ambiente de trabajo en casa para preguntarse a sí mismo: ¿Existe algún tipo de agente que pueda provocar un efecto en mi forma de trabajo? de ser así ¿cuáles son? ¿Cómo los controlo? ¿Que puedo hacer para mejorar mi ambiente de trabajo?

Para dar respuesta a estas preguntas es importante tener en cuenta que no todos los trabajos requieren de las mismas disposiciones del ambiente de trabajo, así como las personas no requieren de un estándar para mejorar su calidad laboral, y esto se debe a que las personas así como los tipos de trabajo tienen diferencias importantes que hay que considerar para obtener los mejores resultados. Un ejemplo está en aquellas personas que prefieren trabajar en un ambiente abierto, con vista a una ventana o quizá con sonidos constantes (casos como la concentración de deportistas, músicos callejeros, o trabajadores de construcción), mientras que otras personas adquieren mayor concentración cuando se ven en un lugar más cerrado sin sonidos que interrumpan. Lo que se quiere dar a entender al lector, es que cada contexto es diferente, cada ambiente afecta de forma distinta al individuo, y la demanda de habilidades específicas puede variar dependiendo de la ocupación laboral. Gracias a los factores ambientales el cerebro puede llegar a crear, organizar y establecer estrategias que promuevan un mejor desempeño.

Se invita al lector a que realice un análisis personal, en búsqueda de los factores ambientales que puedan generar incomodidad, desagrado, distracción o por el contrario que promueva la creatividad, la concentración, el confort u otros aspectos positivos o negativos. Luego de realizar un análisis propio a las condiciones que pueden mejorar el rendimiento laboral, la concentración, la efectividad y la creatividad, se puede comenzar a organizar el ambiente laboral.

Referencias

  1. Ellis, B. J., & Bjorklund, D. F. (2012). Beyond mental health: An evolutionary analysis of development under risky and supportive environmental conditions: An introduction to the special section. Developmental Psychology, 48(3), 591–597. doi:10.1037/a0027651
  2. Markhman A. (2021) Why You May Actually Want to Go Back to the Office. Harvard Bussines Review. Recuperado de: https://hbr.org/2021/07/why-you-may-actually-want-to-go-back-to-the-office?language=es

Créditos Juan David Cañón Medina – Geisalop sas

Referencias

  1. Ellis, B. J., & Bjorklund, D. F. (2012). Beyond mental health: An evolutionary analysis of development under risky and supportive environmental conditions: An introduction to the special section. Developmental Psychology, 48(3), 591–597. doi:10.1037/a0027651
  2. Markhman A. (2021) Why You May Actually Want to Go Back to the Office. Harvard Bussines Review. Recuperado de: https://hbr.org/2021/07/why-you-may-actually-want-to-go-back-to-the-office?language=es

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