Muchas veces, es posible asimilar el término de riesgos laborales, con ambientes peligrosos como un trabajo en construcción, al aire libre, o en situaciones donde se presenten diferentes acontecimientos que generen peligros físicos. Sin embargo, los riesgos laborales son muy variados, pueden provocar varias consecuencias a corto largo y mediano plazo. Por ejemplo:
Sabías que… “Los riesgos de padecer enfermedades neurodegenerativas como lo son el Alzheimer, el Parkinson o la Demencia Senil, están ligados a condiciones de estrés depresión y ansiedad en la juventud” (Becker et al. 2018), (Gorelick, P. B. 2004), (Speck et al. 1995), (Underwood et al. 2019)
A diario las investigaciones continúan con la finalidad de comprender más acerca de las enfermedades y los factores asociados a las nuevas condiciones ambientales a las que se encuentran sometidas las personas en el contexto de las ciudades.
Ya se ha identificado a las enfermedades neurodegenerativas como uno de los posibles riesgos a largo plazo asociados a diferentes factores que también se pueden encontrar en el trabajo en casa, por lo cual es importante realizar una revisión personal a los detonantes de este tipo de emociones y comportamientos, preguntas fáciles cómo ¿Estás realmente feliz?, ¿Tienes demasiada carga laboral?, ¿Sientes ansiedad o estrés por situaciones en tu casa?, entre otras preguntas ayudará a estudiar personalmente si realmente se requiere o necesita de un profesional para mejorar el manejo de situaciones de estrés, ansiedad o depresión.
Pasando los temas psicológicos también se puede estudiar los efectos fisiológicos que puede tener el trabajo en casa, seguramente el lector ha escuchado sobre la importancia de las pausas activas o de los ejercicios que se deben realizar para evitar cierto tipo de enfermedades, y aunque parezca un poco repetitivo, es importante recalcar la importancia, ya que también existen riesgos a largo plazo asociados a los trabajos que requieren tiempo prolongado de interacción frente a pantallas de dispositivos digitales, o a acciones como permanecer sentado durante varias horas, puede tener distintas consecuencias. A continuación presentamos algunas:
- Formación de coágulos de sangre en las piernas: El riesgo de padecer de coágulos de sangre en las piernas puede ser desencadenado por acciones comunes, así lo menciona Godman H. (2021). Dentro de las acciones que menciona Godman encuentran: estar postrado en cama durante largos períodos (debido a una cirugía o enfermedad), estar sentado durante largos períodos, incluso de tres a cuatro horas, hacer muy poca actividad y sentarse demasiado, tener un charco de sangre en las piernas porque las válvulas en una vena superficial no funcionan correctamente (una vena varicosa) y tomar un medicamento que promueve la coagulación de la sangre.
Godman menciona también otros factores que pueden aumentar el riesgo como la edad, antecedentes familiares de “trombosis de vena profunda”, insuficiencia cardíaca, obesidad, embarazo, enfermedad de células falciformes, tabaquismo, lesión de la médula espinal, accidente cerebrovascular, sin tratamiento venas varicosas y uso de píldoras anticonceptivas o terapia de reemplazo hormonal.
Por estas razones es importante estar muy atento ante posibles conductas como las que se mencionaron anteriormente, así como posibles síntomas que se puedan presentar. En cualquier caso es fundamental acudir al consejo de un médico. Pero Godman hace recomendaciones que pueden ayudar a mitigar el riesgo de sufrir de estos coágulos:
- Mantenerse hidratado, evitando el consumo de bebidas alcohólicas
- Realizar estiramiento de piernas (se recomienda levantarse de la posición cada una o dos horas, para realizar estiramientos).
- Movimiento de piernas mientras permanezca acostado
- Medias de compresión
- Buena posición (evitando cruzar las piernas y cambiando de posición periódicamente).
Impacto de la luz azul en los ojos: Otra afectación fisiológica que puede llegar a presentar un riesgo causado por el trabajo en casa está asociado a las alteraciones visuales que pueden presentarse a causa de la exposición prolongada a la luz azul de los ordenadores. Según lo menciona un artículo publicado en el sitio web del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh “UPMC” por sus siglas en inglés (University of Pittsburgh Medical Center) (2019), la exposición prolongada pantallas digitales, puede acarrear diferentes consecuencias, como lo son, la fatiga ocular, ojos secos e irritados, pérdida de flexibilidad de enfoque, miopía e incluso daño a la retina. Además de esto según es mencionado en el artículo, la exposición a esta luz azul, puede afectar los ritmos del sueño cuando se trabaja en las horas de la noche.
Aunque es importante recurrir siempre a su médico ante cualquier sintomatología, la UPMC hace algunas recomendaciones para evitar la fatiga ocular o el deterioro de su visión en los casos de uso prolongado de pantallas digitales. Se recomienda:
- Ajustar la iluminación de la pantalla: los ordenadores y algunos dispositivos inteligentes tienen funciones de ajuste de brillo automático pruebe utilizando estas funciones, ayudará a disminuir el brillo de la pantalla cuando la iluminación externa así lo demande
- Tomar descansos: al igual que el estiramiento de piernas, también es bueno dar un descanso a los ojos, existe una regla difundida por la Sociedad Americana de Optometría AOA (American Optometric Association). La regla 20-20-20 dice que se debe tomar un descanso de 20 segundos, cada 20 minutos observando un objeto (distinto a la pantalla de un dispositivo digital) que se encuentre a unos 20 pies de distancia. (AOA, 2021)
- Distanciamiento adecuado: una distancia adecuada de la pantalla del ordenador evitará que los ojos trabajen de más.
- Filtros: Los filtros de luz azul son muy buenos para reducir la cantidad de luz azul que llega a los ojos, estos filtros pueden adaptarse a unos anteojos, incluso si usted no utiliza lentes de aumento, unos lentes sin aumento y que tengan este tipo de filtro serán de gran ayuda.
- Revisiones: revisiones periódicas son importantes para conocer su condición y las recomendaciones que debe seguir, dadas por parte de un profesional.
Regresando al campo psicológico, si ha leído uno de nuestros artículos anteriores (URL ARTÍCULOS 1 Y 2) sabrá que el factor ambiental juega un papel importante en la psicología humana. Por lo tanto, el factor ambiental se encuentra como un posible riesgo hacia el desempeño laboral o hacia el factor emocional, Roth E. (2000) realiza un acercamiento al estudio de la psicología ambiental, en su investigación señala que para el diseño de espacios terapéuticos se pueden sugerir cuatro categorías de análisis: identidad/privacidad, trabajo/recreación/descanso, estética y seguridad. De las cuales en este artículo se resalta la categoría de trabajo/recreación/descanso, debido a su importancia relacionada con los riesgos psicológicos, un adecuado manejo del trabajo, los tiempos y espacios de recreación y las pausas o descansos puede marcar la diferencia en la salud emocional. Por otra parte Roth E. también menciona para la categoría de estética que los usos creativos de la forma, el espacio, la escala, el color y la textura, favorecen los ambientes estimulantes y acogedores. Esto último siendo importante para mantener bajo el riesgo de bloqueos mentales.
Finalmente para terminar esta sección es importante mencionar que en cualquier caso en el que su salud se vea comprometida debe acudir a un especialista, ningún consejo escrito en este artículo se debe tomar como solución a cualquier sintomatología sin el concepto de un profesional de la salud.
Referencias
- Becker, E., Orellana Ríos, C., Lahmann, C., Rücker, G., Bauer, J., & Boeker, M. (2018). Anxiety as a risk factor of Alzheimer’s disease and vascular dementia. The British Journal of Psychiatry, 213(5), 654-660. doi:10.1192/bjp.2018.173
- Godman H. (2021) Top causes of blood clots in the legs and how to avoid them. Harvard Health Publishing. Artículo online. URL: https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/top-causes-of-blood-clots-in-the-legs-and-how-to-avoid-them
- Gorelick, P. B. (2004). Risk Factors for Vascular Dementia and Alzheimer Disease. Stroke, 35(11_suppl_1), 2620–2622. doi:10.1161/01.str.0000143318.70292.47
- Speck, C. E., Kukull, W. A., Brenner, D. E., Bowen, J. D., McCormick, W. C., Teri, L., Pfanschmidt, M. L., Thompson, J. D., & Larson, E. B. (1995). History of Depression as a Risk Factor for Alzheimer’s Disease. Epidemiology, 6(4), 366–369. http://www.jstor.org/stable/3702081
- Underwood, E., Davidson, H., Azam, A. & Tierney, M. (2019) Sex Differences in Depression as a Risk Factor for Alzheimer’s Disease: A Systematic Review, Innovation in Aging, Volume 3, Issue 2, igz015, https://doi.org/10.1093/geroni/igz015
- AOA (2021). 20-20-20 To prevent digital eye strain. Documento digital. URL: https://www.aoa.org/AOA/Images/Patients/Eye%20Conditions/20-20-20-rule.pdf
- Becker, E., Orellana Ríos, C., Lahmann, C., Rücker, G., Bauer, J., & Boeker, M. (2018). Anxiety as a risk factor of Alzheimer’s disease and vascular dementia. The British Journal of Psychiatry, 213(5), 654-660. doi:10.1192/bjp.2018.173
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- Roth, Erick. (2000). Psicología ambiental: interfase entre conducta y naturaleza. Revista Ciencia y Cultura, (8), 63-78. doi: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-33232000000200007&lng=es&tlng=es.
- Speck, C. E., Kukull, W. A., Brenner, D. E., Bowen, J. D., McCormick, W. C., Teri, L., Pfanschmidt, M. L., Thompson, J. D., & Larson, E. B. (1995). History of Depression as a Risk Factor for Alzheimer’s Disease. Epidemiology, 6(4), 366–369. http://www.jstor.org/stable/3702081
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- UPMC (2019) Is Screen Time Really Bad for Our Eyes? (Medically Reviewed by UPMC Susquehanna). UPMC Healthbeat. URL: https://share.upmc.com/2019/01/screen-time/